Olentzero, País Vasco

Categoría: Leyendas


En navidad dependiendo de la zona se tiene una tradición propia similar al más conocido Papá Noel o Santa Claus. Por ejemplo en Cantabria es el Esteru, en Cataluña el Caga Tió, y ahora vamos a tratar el Olentzero, perteneciente al País Vasco y Navarra.

La primera referencia al nombre del olentzero es de Lope de Isasi quien a comienzos del siglo XVI, hacia alusión a la celebración de la Navidad con el nombre de "Onentzaro" que significaba "tiempo de los buenos". Lope de Isasi se refería probablemente a los ritos paganos, muy extendidos en esta zona hasta el siglo VIII y que incluían una celebración de gran importancia, el solsticio de invierno.

Este no era un personaje en sí, sino el nombre de un tiempo de celebración del solsticio y una de las figuras que participaban en ese tiempo, probablemente una figura vegetal en forma de tronco de árbol y asociada al ritual del fuego, tomó el nombre de olentzero. Podemos decir pues, que el olentzero en realidad, no es más que el recuerdo del pasado en el que se realizaban rituales de celebración del solsticio de invierno,y que la iglesia católica renombró posteriormente como fiesta de la Natividad, llegando hasta nuestros días tal y como lo conocemos.

Durante muchos siglos, la forma de realizar fiestas en ambientes rurales y pobres por añadidura era la de ir de casa en casa con danzas y cantos y pidiendo comida para que los jóvenes del pueblo pudiesen hacer una merienda; iban, a veces con un muñeco, o incluso a veces con uno de ellos disfrazado de carbonero glotón y bebedor.
En el siglo XX la figura de olentzero incorporó elementos de las tradiciones de Papá Noel, Santa Claus y de los Reyes Magos, convirtiéndose en un personaje que el día de Navidad trae regalos a los niños. Sin embargo, una característica que lo diferencia de estos personajes típicos de la Navidad, es que estos últimos son personajes imaginarios, mientras que el olentzero podría perfectamente haber existido.

El tradicional tronco de Navidad que recibe diferentes nombres, Toza, Tronca, Tizón, Caga Tió, según los lugares de la cordillera pirenaica donde se celebra, toma el nombre de Olentzero en algunas localidades del Pirineo navarro, en tanto que otros identifican este nombre con el ciclo de Navidad.


Wikipedia, la enciclopedia libre de Internet, define a Olentzero como «un personaje navarro de la tradición navideña vasca. Se trata de un carbonero mitológico que trae los regalos el día de Navidad en los hogares de Navarra, Guipúzcoa, Vizcaya y Álava, Labort, Baja Navarra y Sola, cuyo origen está en la zona de Lesaka». 
La canción en euskera que cantan las comparsas en este pueblo de la montaña navarra lo describe como de cabeza grande, pero con entendimiento; eso sí: «anoche bebió un pellejo de diez arrobas; ¡ah, cochino tripudo! He aquí nuestro Olentzero, que lleva pipa y está sentado: tiene también capón y huevos para merendar mañana con una botella de vino». 
La canción continúa diciendo que este glotón «se nos ha ido al monte a trabajar, con el propósito de hacer carbón, pero cuando ha oído que Jesús ha nacido, se ha vuelto corriendo a divulgar la noticia». Es decir, que la probable historia del carbonero comilón y borrachín, ligada a la celebración ancestral del solsticio de invierno se entrelaza con la del anunciador del nacimiento de Jesús, en estrofas, 

advierte E. J. Esparza, que «podrían relacionarse con el texto evangélico de los pastores que cuidaban sus rebaños en las cercanías de Bethlehem al recibir la Buena Nueva de los Ángeles que la comunicaron a las gentes».  
«Pudo ser a finales de los años 80, principios de los 90, cuando posiblemente desde las escuelas, la televisión, algún comercio y las instituciones se propuso a Olentzero, y como no había un personaje con características identitarias propias simbolizando la Navidad y encargado de traer los regalos a los niños, el icono triunfó en el País Vasco», explica el experto de la Sociedad de Estudios vascos.
En los días anteriores a la Nochebuena, coincidiendo con el fin de las clases en los colegios, es costumbre que los escolares ataviados con trajes típicos recorran las calles de sus pueblos y ciudades cantando la canción del Olentzero, aquella en la que se le llama «cabezón» y, «sabio» o «sin entendimiento», según los lugares, y en la que siempre lleva una cesta repleta de huevos y capones para una estupenda cena.

También es ya tradición, aunque sea una tradición que no va más allá de 15 o 20 años, realizar cabalgatas la tarde de Nochebuena, organizadas por los ayuntamientos, y en las que un personaje real, siempre con barbas y barriga prominente, entrega algunos obsequios a los más pequeños. «Pero en el fondo, el Olentzero, como en su momento ocurrió con Santa Claus, Papá Noel o los Reyes Magos no son más que inventos que van variando a lo largo de la historia y que, fruto de la sociedad de consumo, se convierten en el personaje que trae los regalos».
El tirón del Olentzero en el País Vasco no ha barrido a la celebración de los Reyes Magos del 6 de enero, ni a las cabalgatas de la tarde anterior. como ocurre en otros lugares de España los niños reciben regalos por partida doble. «Es la sociedad de consumo. Hemos pasado de la nada al todo en demasiado poco tiempo», añade el experto de la Sociedad de Estudios Vascos-Eusko Ikaskuntza.

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